María Aguilera, enfermera de profesión, llegó al Centro de Atención Primaria P. Loranca, en Fuenlabrada (Madrid), en 2007. Es un centro con una población de referencia de unos 2.400 habitantes por enfermero. Al cabo de un tiempo fue detectando entre sus pacientes un patrón: trastornos de ansiedad que afectaban fundamentalmente a mujeres y cuya respuesta era la automedicación.
 

Estos casos estaban directamente relacionados con la crisis económica, que dejaba sin empleo a su entorno familiar y que preocupaba y sobrecargaba a las pacientes. María decidió hacer seguimiento de un grupo de mujeres con varios objetivos: fomentar su autocuidado y controlar su ansiedad. El resultado meses después fue que el 70% de ellas había adquirido las habilidades necesarias para anticiparse a crisis emocionales. Como consecuencia más inmediata, la mayoría había disminuido el consumo de ansiolíticos.

Esta experiencia le sirvió para demostrar que la Salud Mental puede prevenir muchas patologías y reducir el consumo de fármacos y que su presencia en los centros de Atención Primaria es un apoyo significativo para pacientes y médicos. María no está especializada en Salud Mental, pero pudo comprobar empíricamente la eficacia de esta especialidad en la figura de un enfermero, es decir, alguien que mantenga el trato directo con los pacientes a lo largo del tiempo.

Silvia Teva, enfermera del Parc Sanitari Sant Joan de Déu de Barcelona, participó en el Plan Director de Salud Mental y Adicciones de Cataluña. Los responsables sanitarios de la comunidad habían constatado la alta prevalencia de problemas de salud mental en las consultas de Atención Primaria y decidieron formar a profesionales para realizar un diagnóstico precoz, orientar en técnicas de promoción de la salud y evitar que se transformaran en casos más graves. Esto hizo necesaria la coordinación de los equipos de psiquiatras, psicólogos y enfermeros en los centros de salud, según ella misma relata. El papel del enfermero adquiere una relevancia fundamental porque es quien realiza las terapias. Silvia Teva es una firme defensora de las terapias grupales a este tipo de  pacientes “logran más resultados que las individuales porque estimulan a los pacientes, les ayuda a socializarse, crean vínculos y reconocen sus propios problemas en lo que expresan otros”. Estas terapias tienen como objetivo dotar de herramientas para manejar la ansiedad, crear hábitos saludables y enseñar técnicas de relajación.

Actualmente la enfermería de Salud Mental apenas tiene relevancia en los centros de Atención Primaria de España, pero experiencias como la de Ana y Silvia demuestran que su presencia en estos dispositivos es capaz de disminuir las consultas a medio plazo, reducir el consumo de medicamentos y promover hábitos saludables entre los pacientes. Esa es la gran aportación que puede hacer la enfermería especializada en salud mental a la medicina: liderar la recuperación del paciente y darle un papel activo en su propia recuperación. 

Estos casos han sido expuestos en el marco de las Jornadas de Salud Mental que se celebran en Ciempozuelos organizadas por la Orden Hospitalaria San Juan de Dios y por la Comunidad de Madrid, que este año las han organizado conjuntamente. Al evento acudieron más de 600 profesionales de la salud.