Este Día recuerda el origen del fundador de la comunidad de Hermanos Hospitalarios en la ciudad de Granada y cuya obra no solo se ha mantenido muy presente, sino que no ha dejado de crecer a lo largo y ancho del mundo, especialmente en aquellas zonas donde existen situaciones de necesidad.

La labor de la Orden Hospitalaria llega ahora hasta 53 países y atiende a 20 millones de personas con un carisma que los Hermanos siguen transmitiendo a sus 50.000 Colaboradores.

Juan Ciudad, como se llamaba antes de ser santificado, fue zagal y pastor de ganados. En Granada ejerció de librero y escuchó predicar a San Juan de Ávila. En ese momento sufrió una conmoción espiritual que le llevó a ser tomado por loco. Tras ser juzgado, sufrió en carne propia los malos tratos que se infligían en un internado. Es tras este encierro cuando encontró sentido a su vida y asumió el compromiso de ayudar a enfermos y pobres a través de la búsqueda de recursos y un intense apostolado. Con 55 años, falleció víctima de una pulmonía.

El intenso trabajo de Hermanos y Colaboradores ha llevado a la Orden a convertirse en la institución hospitalaria privada más importante de España y una de las mayores del mundo. San Juan de Dios desarrolla programas concretos para apoyar a los colectivos más frágiles: mayores, personas con discapacidad, con problemas de salud mental o personas en exclusion social a través de distintos dispositivos como albergues, pisos tutelados, talleres de reinserción, comedores sociales adaptándose siempre a las necesidades que va detectando entre la población más desfavorecida.