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25/02/2022 - 17:30 General

En el Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos valoramos el acompañamiento como un elemento esencial, especialmente en el primer momento de ingreso en la institución, de manera que nuestros usuarios y sus familiares sientan nuestra cercanía y, así, facilitar el proceso. Este acompañamiento se ofrece desde el Servicio de Atención Espiritual y Religiosa (SAER), que, en primera instancia se encarga de transmitir la indentidad del centro, las funciones que desempeña el SAER y los profesionales que lo componen, en este caso, tres Agentes de Pastoral de la Salud, un Hermano de San Juan de Dios y  dos sacerdotes. 

Todo acompañamiento que quiera ser verdaderamente encarnado y eficaz debe comenzar analizando cuidadosamente la situación y necesidades de los destinatarios, para poder identificar los aspectos personales que ayuden a encontrar sentido a la vida. El poder ofrecer y recibir atención y caridad, con todo lo que ello implica, provoca la curación interior del ser humano; al devolver la estima hacia uno mismo y hacia los demás.

Es probable que la persona que llega a nuestro centro, pueda sentirse vulnerable ante la ruptura de lo conocido y la visión de una nueva vida, pero, al sentirse interpelada por el profesional que lo acoge, se autopercibe, lo que le permite vivir su espiritualidad desde adentro hacia afuera. Aquí es muy importante la escucha, ser observadores y oídos de lo que el usuario está relatando o indicando, es la única forma de plasmarlo en la historia de pastoral, y continuar en posteriores entrevistas examinando, diagnosticando y preparando un plan de acción para ejecutar.

Así mismo, desde el Centro se garantiza, en todos los casos, el derecho a la asistencia espiritual y religiosa; respetando el derecho a no ser atendido, o de ser atendido desde otra confesión.