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“La prevención y el tratamiento de los trastornos adictivos dependen del modelo teórico que explique su naturaleza y sus determinantes. Apuntando al modelo biopsicosocial (Engel, 1977) distintos estudios muestran que los factores psicológicos y el contexto social son parte central del proceso de adicción, confrontando con la noción de adicción desde el modelo médico que la consideraba desde los factores biológicos y genéticos”. Esta es una de las afirmaciones que ha apuntado Belén Fernández, psicóloga clínica de la Clínica Nuestra Señora de La Paz (CNSP), de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, en la V Jornada de Tratamiento en Trastorno Mental Resistente (TMG), organizada por el Centro San Juan de Dios (CSJD de Ciempozuelos.
En esta misma idea ha ahondado Emilia González, psicóloga clínica de la CNSP. Durante su intervención, titulada “Tratamientos psicosociales de los trastornos por adicción a sustancias psicoactivas”, manifiesta que ”la conceptualización de los Trastornos por Uso de Sustancias (TUS) en el marco del modelo bio-psico-social de la salud y los resultados de la investigación sobre tratamientos psicológicos basados en la evidencia sitúa en un lugar central los tratamientos psicológicos en la recuperación de la población con TUS. Asimismo, el conocimiento de que los factores socioeconómicos y culturales tiene un gran peso en la proliferación de las llamadas enfermedades de la desesperación “diseases of dispair”, entre ellas los TUS, pone el acento en las intervenciones de corte social y comunitarias”.
Durante su ponencia “Bases psicosociales de los trastornos adictivos” Fernández ha repasado las diferentes teorías y modelos que han tratado de explicar el origen de los trastornos adictivos desde el marco de este modelo biopsicosocial. Se ha explorado el concepto de vulnerabilidad psicosocial y se ha centrado en el análisis de los factores psicosociales, de riesgo y de protección que se han demostrado asociados al consumo de sustancias adictivas.
Jaime del Corral, psiquiatra de la CNSP, ha explicado las bases neurobiológicas de los trastornos por adicción a sustancias psicoactivas. “La adicción es una enfermedad mental grave, en la que se desarrolla un comportamiento perjudicial de forma reiterada. Sin negar el peso de los condicionantes psicológicos y sociales, los adelantos técnicos de las últimas décadas han permitido establecer numerosas alteraciones a nivel neurobiológico en la adicción. Los principales hallazgos hacen referencia a fallos en numerosas áreas del cerebro que afectan a la capacidad de autocontrol, a la reflexividad, a la planificación, al manejo de la ansiedad o al bienestar emocional, entre otras. También se ha demostrado que ciertas variaciones genéticas en los neurotransmisores cerebrales cambian la predisposición a las adicciones o los efectos de las drogas”.
Del Corral también ha expuesto los descubrimientos más relevantes y su relación con los comportamientos que se observan en las personas con adicciones.
Intervención en adicciones
La subdirectora general de adicciones de Madrid Salud, Beatriz Mesías, ha hablado de la evolución en la intervención en adicciones y desarrollo de los programas en Madrid Salud. “La misión del Instituto de Adicciones (Subdirección General de Adicciones) es la de evitar o reducir los problemas de adicción de la población madrileña, así como los daños y consecuencias relacionados con la conducta adictiva, daños y consecuencias que pueden afectar a la persona adicta, a su entorno familiar y social próximo y a la comunidad en su conjunto”.
Durante su presentación ha descrito cómo a lo largo de 30 años la red del Ayuntamiento de Madrid ha ido adaptando y afrontado los cambios de las adicciones con diversos programas y recursos incluidos en planes estratégicos, elaborados de forma participativa con todos los actores implicados y evaluados con un sistema de calidad.
Raquel Rebolledo, psiquiatra de la Clínica Nuestra Señora de La Paz, ha incidido en los tratamientos biológicos de los trastornos adictivos. “Si consideramos el componente de afectación de algunos circuitos cerebrales que se observa en buena parte de los trastornos adictivos, hemos de considerar que para muchos de los pacientes que los sufren, los fármacos constituyen un elemento importante en el diseño de planes de tratamiento que como sabemos deben ser individualizados y contar con intervenciones multidisciplinares para abordar la complejidad de esferas afectadas”.
Ha señalado ejemplos de tales medicamentos la metadona y la buprenorfina como sustitutivos en la dependencia de opioides. También ha señalado que la naltrexona se utiliza (como antagonista) en esta dependencia y ha demostrado ser eficaz en algunos casos de alcoholismo para el mantenimiento de la abstinencia (junto con fármacos con indicación específica para esta adicción como el acamprosato o el disulfiram). En el caso del tabaquismo ha hablado de productos sustitutivos con nicotina (parches, chicles) o medicamentos como el bupropion o la vareniclina están resultando herramientas útiles como apoyo en el abandono de este hábito.
“Son necesarias intervenciones farmacológicas específicas para la desintoxicación de algunas sustancias como el alcohol o las benzodiacepinas con el fin de evitar o manejar, si apareciesen, síntomas físicos por la retirada de la sustancia de la que se sufre una dependencia física. La desintoxicación es sólo la primera etapa de un tratamiento que deberá mantenerse durante un período de tiempo apropiado, a largo plazo en muchos casos”, ha concluido.