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“Como gestor de la salud, y entendiendo que el país pasa situaciones económicas delicadas, no puedo dejar de echar en falta programas y políticas que impulsen y valoren a las personas que están al servicio de otras. Personas vocacionales en su mayoría, a las que no se les dota de un ambiente laboral y relacional que permita mantener, desplegar e incrementar esa vocación de servicio que una profesión sanitaria o social lleva implícita”. “A la hora de valorar resultados o ponderar propuestas de gestión, estos aspectos deberían ser valorados al menos con un peso similar a los resultados económicos, que son imprescindibles, pero que pierden su razón de ser si el servicio prestado no es el adecuado, con profesionales implicados y personas asistidas que sean parte activa de un sistema que vele por su dignidad y que les acoja humanamente”. (Ver galería de fotos)
Ésta ha sido una de las principales demandas de Juan José Afonso, director general de la provincia Bética de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios durante las 33 Jornadas de Enfermería celebradas ayer y hoy en el centro de Ciempozuelos, en Madrid. Al acto también han asistido los consejeros de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Jesús Sánchez Martos, y de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz.
Durante su intervención, el director general ha destacado que “la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios despliega todo un modelo a actuar en el campo de la sanidad, la dependencia, la exclusión social, la discapacidad y todos aquellos campos de actuación social y sociosanitaria que desde sus comienzos le son propios a la Orden, caracterizado por la voluntad decidida de permanencia y sin ánimo de lucro”. “Esto significa -ha añadido- que va más allá de un centro específico o un programa determinado, es vocación de servicio social, por tanto público, por encima de cualquier otra consideración”.
En palabras de Afonso, “el objetivo final es integrar al paciente en su entorno en condiciones de la máxima autonomía posible y para ello es fundamental la participación del usuario en su proceso”. Y para conseguirlo ve imprescindible la “integralidad cronológica”, es decir, atender a las diferentes etapas y situaciones vitales.
El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Jesús Sánchez Martos, ha agradecido la asistencia a las 33 jornadas de enfermería del Centro San Juan de Dios, señalando que “si la medicina es el arte de aplicar la ciencia, la enfermería es eso mismo apoyado en el arte de cuidar”. También ha querido destacar la importante labor de la profesión en la atención domiciliaria y un asunto tan relacionado con la Orden de San Juan de Dios, la humanización, a la que ha definido como “el tacto de las emociones”.
También ha destacado los dos pilares básicos de su departamento. Uno, “la asistencia práctica sin compartimentos estancos”. “En Madrid ya no hay atención primaria y especializada, sino atención primaria y hospitalaria”. El otro pilar es “la atención al ciudadano sin connotaciones políticas y humanización de la asistencia sanitaria con la puesta en marcha del plan de humanización de la Comunidad de Madrid en el que han intervenido todas las instituciones sanitarias”.
Durante su intervención, ha recordado la ley “aprobada por unanimidad” el pasado jueves. “Tenemos que conseguir un gran pacto de Estado por la Sanidad”, ha reclamado. “En Madrid ya tenemos un pacto por la sanidad en la humanización con derechos y garantías de las personas en el proceso de morir”
Algunos de los cambios que ha querido destacar y que están a punto de ponerse en marcha son “el derecho del ciudadano a elegir dónde morir, el hospital o su hogar, los horarios de no visita en los hospitales, nuevas batas que no deshumanicen, el proyecto “Las paredes hablan”, o la estación lugar del Gregorio Marañón para las plantas infantiles”.
Otro de los proyectos que está a punto de ser una realidad es la “cátedra de humanización a la asistencia sanitaria para todo que todo el mundo, de universidades públicas y privadas, pueda formarse en humanización”.
Por último, no quiso dejar pasar la oportunidad de destacar su propuesta de que “San Juan de Dios sea el patrón internacional de la humanización”- "Iniciativa a la que se han unido ya diferentes instituciones sanitarias públicas y privadas”, ha adelantado.
Otra de las intervenciones fue la del consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz, ha explicado que las políticas de Humanización del Gobierno que preside Emiliano García-Page están basadas en las Redes de Expertos y Profesionales, en el Plan Dignifica y en las Escuelas de Salud y Pacientes.
Respecto a las redes de expertos, el consejero ha recordado que actualmente se está trabajando en seis, las referidas a urgencias, imagen radiológica, seguridad del paciente, escuelas de pacientes, cuidados paliativos y salud mental.
Fernández Sanz ha explicado que el objetivo de las redes de expertos es que sean “unidades funcionales que integren tanto a profesionales como a representantes de la ciudadanía en estructuras ágiles, dinámicas y proactivas, generadoras de buenas prácticas y motores de excelencia”.
La segunda de las herramientas que se utilizan en Castilla-La Mancha para humanizar la asistencia sanitaria se realiza a través del “Plan Dignifica”.
Este plan pretende mejorar la asistencia prestada en los centros sanitarios públicos de Castilla-La Mancha teniendo en cuenta al paciente como eje y centro del sistema, lo que significa responder no sólo a sus necesidades clínicas, sino también a sus valores, deseos, expectativas y preferencias.
El plan quiere ser un modo de actuación, una herramienta de trabajo y un plan dinámico que engloba diversas áreas y que persigue un único fin: la asistencia sanitaria digna, tanto para el usuario del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) como para el propio personal de la organización.
El plan dignifica se basa en cinco áreas estratégicas: la mejora de la información y la comunicación con el paciente, ofrecer una atención integral e integrada, el papel de los profesionales como elementos activos de la Humanización, la adecuación y humanización de espacios y el confort y por último la implicación y participación ciudadana.
Respecto a las escuelas de salud y pacientes están concebidas para contribuir a la mejora del bienestar y de la calidad de vida de los pacientes con enfermedades crónicas, de las personas en situación de dependencia y de sus cuidadores.
Así, se crea una red de ciudadanos corresponsables y “pacientes competentes y expertos”, conocedores de su enfermedad y de sus necesidades de ayuda, que colaboren en difundir su experiencia y actúen como formadores de otros pacientes o cuidadores.
Una de las ponencias más aplaudidas fue la de Juana Mateos, técnico de apoyo en la subdirección general de Humanización de la Asistencia Sanitaria de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Durante su intervención habló desde la práctica y dio consejos útiles para todos los profesionales y estudiantes asistentes. Adelantó que en distintos hospitales de la Comunidad de Madrid se está poniendo en marcha, dentro del plan de humanización, un “espacio de silencio”, es decir, “encuentros de meditación donde el silencio se hace protagonista para escuchar qué ha pasado en nosotros mismos”.