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Son la primera cara que los pacientes y sus familiares ven cuando llegan al Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos. Constituyen el equipo del Servicio de Admisión del Centro, las seis personas, ayudadas por dos usuarios, que se ocupan cada día de recibir a las personas que llegan y de tramitar todo aquello que necesitan durante su estancia, y que este mes de septiembre celebran su décimo aniversario manteniendo una clara vocación de servicio y orientación a la hospitalidad.
Formado por Ana Arenas, Soledad Barajas, Óscar Hernández, Félix Díaz, Diego Zazo y Saúl Pérez, además de dos usuarios, Pablo H. y Gustavo M., que colaboran con ellos, este equipo se formó en el año 2006, cuando el Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos, encabezado por Juan Manuel López-Rubio O.H. y el Comité de Dirección de aquel entonces, apostó por dar un nuevo aire a la gestión del área de Admisión, atendiendo además a la entonces recién estrenada orientación que se realizaba para cumplir con los criterios de calidad deseados a nivel europeo.
Además de remodelar la zona en la que actualmente se encuentra este Servicio, se diseñó la puesta en marcha de un equipo que permitiera dar respuesta a todas las necesidades de los pacientes, desde su llegada al centro, creando una estructura estable para poder garantizar las demandas de los nuevos requerimientos del servicio.
Junto con la labor de admisión en un Centro en el que hay 1.087 camas y en el que cada año se producen unas 100 altas, este equipo se encarga de tramitar todo lo relacionado con las consultas de medicina especializada que los pacientes tienen fuera del mismo, lo que afecta a unos 700 pacientes al año y supone organizar más de 5.000 citas anuales. También se encargan de los asuntos judiciales de los usuarios, incluidos los que tienen que tienen que ver con los usuarios tutelados o incapacitados, recopilar y gestionar datos de la asistencia, mantienen el canal de comunicación con las unidades en las que están ingresados y se encargan del contacto con las instituciones con las que trabaja el Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos.
Una labor que, muchas veces, tiene poca visibilidad a pesar del contacto con todas las estructuras del Centro, pero fundamental para la buena marcha del mismo, como se ha demostrado en estos 10 años de trabajo.