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El síndrome confusional (también denominado delirio) es una complicación habitual entre los pacientes quirúrgicos, pudiendo afectar hasta a un 50% de estos enfermos. Se inicia de manera aguda y el paciente se desorienta e incluso a veces se agita, por lo que se trata de una situación potencialmente grave y angustiosa para el afectado y su familia. Por lo tanto, el personal sanitario debe tratar de controlarlo y, si es posible, prevenirlo para evitar complicaciones.
En mayo de 2013 se emitió un protocolo de detección y manejo del delirio en pacientes post-quirúrgicos, realizado por la Junta Facultativa del Hospital San Juan de Dios de Córdoba, en colaboración con la Junta de enfermería y los Servicios de Medicina interna, Traumatología y Anestesia. Dicho protocolo pretendía incidir en los factores de riesgo de síndrome confusional, para realizar un abordaje proactivo y multidisciplinar de este problema.
El protocolo hace hincapié también en todas las medidas no farmacológicas que se pueden tomar para prevenirlo (como por ejemplo reducir en lo posible las interrupciones del sueño que sean evitables, adecuada luz y temperatura en la habitación y movilización precoz de los pacientes). También se han revisado los últimos estudios publicados y se han consensuado los fármacos de primer y segundo nivel a utilizar por parte de los facultativos, si fuera necesario. Finalmente, se han realizado carteles informativos para el personal y se ha presentado la iniciativa a varios niveles dentro del hospital.
De momento, se han analizado los resultados en fractura de cadera y de fémur, una de las patologías de más riesgo por el perfil de paciente y por requerir cirugía urgente. A partir de que se implantara el nuevo protocolo, la incidencia de síndrome confusional se redujo un 41%, pasando así a afectar al 17% de los pacientes, frente al 20% anterior al protocolo. Además, se ha conseguido reducir los días de estancia de estos enfermos en un 13%, otro dato positivo ya que minimiza el riesgo de complicaciones.
Estos datos corresponden a los primeros seis meses tras la implantación del programa, comparado con los meses previos, por lo que desde el área asistencial se seguirá trabajando para consolidar estos resultados.