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El CSJD ha acogido a más de 300 personas en el Programa de Protección Internacional

Fecha: 
20/06/23
Categoria: 
General
Foto: 
Refugiados, Protección Internacional, Ministerio, Ucrania

Nadiia y Yuliia llegaron hace 15 meses a España huyendo de la guerra de Ucrania. Ambas, con hijos menores a su cargo, se encontraron en un país nuevo, del que no conocían el idioma y con muchos miedos e incertidumbres. Tras varios cambios, finalmente fueron acogidas en el Programa de Protección Internacional del Centro San Juan de Dios (CSJD) de Ciempozuelos, en Madrid. “Ahora ya no queremos volver a Ucrania, sería como empezar de cero otra vez, porque no queda nada de nuestra vida anterior allí”, reconoce Yuliia, que lleva ocho meses en el CSJD.

Con un fantástico español, aprendido gracias a las clases proporcionadas por los profesionales del CSJD, Yuliia confiesa que el idioma era lo que más le preocupaba, “pero tenemos unos profesores estupendos aquí”, comenta orgullosa.

Este programa consta de una primera fase de acogida, en la que las personas y familias están protegidas y atendidas en los dispositivos habilitados con cobertura a las necesidades básicas, y tiene una duración de 6 meses, y una segunda fase de preparación para la autonomía de 12 meses, en la que personas y familias entran en un itinerario enfocado en la plena integración social una vez salgan del Programa. “En esta fase cobra gran importancia el acceso a vivienda y empleo -explica el responsable del Programa, Emilio Polo- ya que es lo que les va permitir poder vivir de forma autónoma e integrarse plenamente en la sociedad española”.

En total, el programa tiene una duración total de 18 meses ampliables en casos excepcionales a 24 meses

Un futuro para su hijo con TEA

Tanto Naiia como Yuliia están en la segunda fase, en la que la formación es fundamental para poder acceder a un puesto laboral. Éste es el caso de Nadiia, que tras dejar su clínica dermatológica en Ucrania, está a la espera de que le convaliden el título y hacer todas las pruebas necesarias para poder ejercer como dermatóloga en España.

Pero Nadiia aún tiene un deseo más importante, y es seguir dándole atención sanitaria y educativa a su hijo con TEA. Se siente tremendamente agradecida a España y al Centro San Juan de Dios en concreto por todas las ayudas recibidas para el tratamiento de su hijo. “En Ucrania no estaría tan bien como aquí, donde tiene todo un futuro por delante”.

Cuidar, seña de identidad del Centro San Juan de Dios

Yuliia también desea poder llegar a obtener una independencia y autonomía total para poder valerse por sí misma. Aunque no olvida lo bien que se siente en el Centro San Juan de Dios. "La palabra CUIDAR define cómo me siento aquí. Tanto a mi hijo como a mí nos cuidan en cada paso que damos. Todos los colaboradores son excepcionales", señala.

“Tenemos muchos amigos ucranianos en otros lugares de España y hemos de reconocer que tenemos mucha suerte de poder estar en el Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos” afirman agradecidas.

Antigüedad del programa en el CSJD

El Programa de Protección Internacional del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones se puso en marcha en el Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos en febrero de 2018 y, hasta la actualidad, se han beneficiado más de 300 personas y familias procedentes de países como Afganistán, Argentina, Armenia, Azerbaiyán, Colombia, Egipto, El Salvador, Gambia, Georgia, Ghana, Guinea Conakry, Haití. Honduras, Iraq, Irán, Marruecos, Mali, Palestina, Perú, Senegal, Sierra Leona, Siria, Ucrania y Venezuela. 

En estos momentos, el Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos acoge a 15 familias y 8 personas individuales (69 personas) en fase 1 y 11 familias y 2 personas individuales (41 personas) en Fase 2. Esto hace un total de 107 personas.

“Una de las características del Centro -recalca Emilio Polo- es que solicitamos, fundamentalmente, familias, ya que son colectivos especialmente vulnerables”. Esto se debe, según explica, a que la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios siempre pone el foco en los más desfavorecidos, los que lo tienen más difícil, “y, por regla general, es especialmente delicada la situación de una familia, con hijos menores a su cargo”, aclara Polo.

Durante todo el programa se llevan trabajos de atención social, sanitaria y educativa, aprendizaje del idioma, atención psicológica, asistencia jurídica, empleo y formación, gestión económica, y traducción e interpretación, entre otros. Un trabajo integral, desarrollado por una veintena de profesionales de diferentes disciplinas que se esfuerzan por llevar los valores de la Orden, tales como la Hospitalidad, a todos los estratos de la sociedad.

El Programa en la Orden Hospitalaria

Desde que San Juan de Dios comenzó este Programa de Acogida a finales de 2017, ha atendido a más de 1.900 personas refugiadas y solicitantes de asilo procedentes de 36 países de todo el mundo, entre ellos Ucrania, Rusia, Afganistán, Siria, Yemen, Senegal, Nigeria, Etiopía, Honduras y Venezuela. La realidad es que cada día más personas sufren desplazamientos forzosos, según afirma ACNUR, sumando actualmente 110 millones de personas. La causa principal son los conflictos armados, seguido de persecuciones, discriminación y otras formas de violencia.

Frente a esta realidad, el director general de la Orden Hospitalaria en España, Juan José Afonso, ha recalcado que: “En San Juan de Dios somos muy conscientes de las condiciones de extrema fragilidad en las que llegan estas personas a nuestro país y por ello hacemos especial hincapié en promover su autonomía e integración social. Trabajar es el primer paso para conseguir una integración social con éxito”. Actualmente la Orden atiende a colectivos especialmente vulnerables como personas mayores, gravemente enfermas, familias monoparentales con hijos menores, personas con discapacidad, con trastorno mental y víctimas de torturas u otras formas de violencia.

Tal y como explica Merlys Mosquera, responsable del Programa de Acogida y Protección Internacional de San Juan de Dios en España: “Cuando hablamos de integral nos referimos a que, además de un hogar seguro, ofrecemos acompañamiento psicológico y legal, y se desarrollan itinerarios de empleo y formación, según el perfil y las expectativas de cada uno”. Esta atención integral incluye también la escolarización 100% de los menores y el aprendizaje del idioma de acogida, entre otras acciones. Por ello, los equipos de San Juan de Dios de los centros que acogen y acompañan a estas personas son multidisciplinares, e incluyen desde psicólogos a profesionales del ámbito social (trabajadores, educadores, integradores) o sanitario.