Tenerife cuenta con un árbol del Hermano Pedro
El Árbol del Hermano Pedro, donado por el editor Juan Francisco Delgado al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife meses atrás, ha sido plantado en el nuevo jardín del Centro Psicopedagógico de San Juan de Dios. La actividad ha estado enmarcada dentro de la visita realizada por el Superior General de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, Hno. Donatus Forkan, a estas instalaciones hospitalarias.
El acto ha contado con la presencia del alcalde del Ayuntamiento capitalino, José Manuel Bermúdez; la concejala de Viviendas, Ángela Mena y el director del Hospital San Juan de Dios, Juan Manuel de León.
El editor Juan Francisco Delgado, a raíz del viaje que realizó a Guatemala para la edición del libro Los dos mundos del Santo Hermano Pedro, consiguió trasladar hasta Canarias 10 especies del árbol Esquisúchil, conocido como el Árbol del Hermano Pedro. Esto fue posible gracias a la colaboración del coautor de la obra, Miguel Torres, quien se dedica al proceso de reproducción de estos ejemplares en el país guatemalteco, considerados allí reliquias nacionales.
Juan Francisco Delgado donó los árboles a diferentes municipios, entre ellos, El Sauzal; Adeje; Arico; La Laguna; Güímar; Vilaflor; Puerto de la Cruz; La Cueva del Hermano Santo Pedro en Granadilla de Abona y San Sebastián de La Gomera. Quedaba pendiente la plantación del último de ellos, donado a Santa Cruz de Tenerife y que desde ahora estará ubicado en el Hospital San Juan de Dios de Tenerife.
La canonización del Hermano Pedro extendió la popularidad de la especie, ya que el santo plantó un esquisúchil en el jardín de la ermita de El Calvario, en Santiago de Guatemala. Tradicionalmente, se considera que sus flores blancas son la cura milagrosa para muchas dolencias. Por ello, constantemente se puede ver caminando debajo del árbol a muchas personas con el fin de probar suerte y esperar que caiga una flor para llevársela como reliquia o tomarla en infusión, pues no pueden cogerse del árbol.
En Canarias, se espera que se cumpla con esa tradición. El Árbol del Hermano Pedro tiene diferentes propiedades medicinales, conocidas desde la época prehispánica en Mesoamérica, es decir, en la región del continente americano que comprende la mitad meridional de México, los territorios de Guatemala, El Salvador y Belice, así como el occidente de Honduras, Nicaragua y Costa Rica. A sus flores blancas de cinco pétalos se les atribuyen diversas facultades, entre ellas, tranquilizantes, para enfermedades cardíacas y presión arterial, colirio desinfectante, calmante para los dolores menstruales y antiabortivo. También propiedades analgésicas y anticancerígenas.
En México se usa la corteza de este árbol como medicamento para prevenir el retorno de paroxismos periódicos o exacerbaciones de una enfermedad, así como para tratar lesiones virales de la piel llamadas condilomas. Por su parte, en Guatemala, los usos medicinales de la infusión de flores secas son muy variados hoy en día. Por lo general, se prepara una infusión con las hojas o preferentemente con las flores secas en agua hirviendo.
Visita al Hospital
En su visita al Hospital San Juan de Dios de Tenerife, el Superior General charló a su paso por los pasillos con el personal del centro, animándolos a todos a seguir con la obra de San Juan de Dios. Además, saludó a diferentes pacientes para darles ánimos e interesarse por sus problemas.
Tras conocer de primera mano las instalaciones del Hospital, su estructura y comprobar las remodelaciones que en él se están desarrollando, el superior general indicó que todas estas tareas servirán para que el centro hospitalario sea modelo de referencia asistencial y tecnológico. Posteriormente, el Hno. Donatus Forkan continuó con su visita al Centro Psicopedagógico San Juan de Dios, donde sus usuarios le recibieron ataviados con el traje típico de Canarias para a continuación deleitarle con un baile.
Posteriormente, el salón de actos del Hospital acogió una charla con sus trabajadores, donde contó cómo estaba pasando su estancia en la Isla y se mostró agradecido con la hospitalidad que estaba recibiendo.
El Superior General de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios tuvo palabras de ánimo para todos los presentes y recordó la importancia de continuar con la labor que siglos atrás comenzó San Juan de Dios a favor de los necesitados. En este sentido, apuntó que la hospitalidad, la humanización y el respeto al prójimo eran fundamentales y añadió que había comprobado en persona la forma en que todos los miembros del Hospital estaban dando continuidad a la labor del santo y cómo centraban su trabajo en base a la dignidad de los enfermos.