Carlos de Pablo-Blanco, psicólogo del CSJD publica un libro sobre discapacidad intelectual
Carlos de Pablo-Blanco, responsable facultativo del área de personas con discapacidad intelectual ha publicado, junto a Mª José Rodríguez, responsable de centros y servicios del área de adultos de la Fundación Esfera de Leganés (Madrid) el libro “Discapacidad Intelectual”, una guía básica y general que recoge los aspectos más destacables relacionados con la discapacidad intelectual. Como señala el coautor, “se describen los últimos enfoques, modelos y estrategias que actualmente se emplean en los servicios y recursos de atención a personas con discapacidad intelectual y cuyo impacto en la mejora de su calidad de vida se encuentra claramente contrastado”.
El texto se estructura de manera sencilla en tres bloques diferenciados de forma que permite un acercamiento progresivo a los aspectos más relevantes de la atención a las personas con discapacidad intelectual. En la primera parte se exponen contenidos introductorios de conceptualización, clasificación, principios de actuación y variables etiológicas. En el segundo bloque se recogen los procedimientos de valoración de necesidades y de planificación de apoyos más efectivas. Finalmente, en la última parte, se explican las cuestiones más relevantes en relación con las alteraciones de conducta o los trastornos mentales que pueden aparecer en las personas con discapacidad intelectual. Todos los capítulos se ilustran con casos muy diferentes que permiten una visión amplia de una realidad tan heterogénea.
En el año 2004, los autores publicaron un primer libro y el último fue un manual práctico en el año 2010, ambos sobre discapacidad intelectual. “El contenido de este libro que se acaba de publicar -señala el psicólogo-, a diferencia de los anteriores, es más actualizado, ya que era necesario recoger los últimos enfoques y estrategias más recientes. También a diferencia de los anteriores, en este libro hemos utilizado una exposición menos técnica y bastante más sencilla”.
Esta sencillez en la exposición, hace que esta publicación sea más accesible a todos. Constituye una ayuda eficaz para aquellos profesionales (psicólogos, educadores, terapeutas, etc.) que desarrollen su labor como personal de apoyo con personas con discapacidad y también es un texto útil para toda aquella persona (estudiantes, familiares, etc.) con interés por conocer de una forma actualizada la atención a las personas con discapacidad intelectual.
Mejora continua del modelo social
La elaboración de esta nueva publicación no surge por la existencia de nuevos paradigmas revolucionarios sino más bien del desarrollo y la mejora continua del modelo social de apoyos que surgió con la nueva conceptualización de la discapacidad en los años 90.
Para el autor, se trata de seguir recogiendo los cambios sociales y filosóficos que se siguen dando en la forma de percibir la discapacidad en la sociedad. Explica que inicialmente se fueron asimilando los principios de normalización, integración, autodeterminación y calidad de vida. Posteriormente, se integraron los conceptos y modelos de inclusión, autogestión, apoyo conductual positivo y planificación centrada en la persona. Ahora, en los últimos años, se han sumado nuevos conceptos y formas de apoyo tales como el apoyo activo o los enfoques centrados en la persona y la familia, todo ello desde una perspectiva más amplia en la que los Derechos de las personas con discapacidad son el eje principal de cualquier actividad en este ámbito de actuación.
“Trabajar con personas con discapacidad intelectual te aporta muchas cosas”
Para Carlos de Pablo-Blanco “son muchas las cosas que te aporta el trabajar apoyando a personas con discapacidad intelectual. A nivel personal aprendes a relativizar tus posibles problemas y los usuarios a menudo son ejemplo de superación que además te dan muestras de un afecto y una aceptación incondicional. También es muy reconfortante trabajar con personas que se relacionan con mucha más franqueza y autenticidad que la que se da en las interacciones sociales habituales que están más sujetas a tantos convencionalismos. Trabajar específicamente con personas con trastornos de conducta te sirve así mismo, para ampliar tu intuición, tolerancia y paciencia; También desarrollas tu humildad pues con frecuencia te hacen de espejo de tus propios déficits y limitaciones”.
“A nivel profesional -añade- aprendes que las estrategias que habitualmente se utilizan con la población general no sirven con las personas con discapacidad. El personal de apoyo que trabaja en esta área, sea cual sea la categoría, ha de dominar sus competencias e ir un poco más allá. Es necesario saber adaptarlas a personas que pueden tener dificultades en el lenguaje o en la comprensión. De esta forma, los problemas se transforman en retos o desafíos mucho mayores y asumes que los objetivos se lograrán a más largo plazo. Sin embargo, por todo ello, la satisfacción cuando observas los resultados es mucho mayor. Es muy gratificante para todos los que trabajamos en el área de atención personas con discapacidad intelectual y problemas de conducta observar con la perspectiva del tiempo cómo ingresaron los usuarios en nuestro servicio y cómo se encuentran ahora”.