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En la adicción a las redes sociales a veces subyace un problema clínico previo como la baja autoestima o la hiperactividad

Fecha: 
29/03/19
Categoria: 
General
Foto: 
Enfermería, Jornadas, San Juan de Dios, adicciones

En la adicción a las redes sociales en ocasiones subyace un problema clínico previo: timidez excesiva, baja autoestima, rechazo de la imagen corporal, depresión o hiperactividad. Se está estudiando si la adicción a las TIC´s está causada por otras patologías como ansiedad o una depresión, o si es la adicción la que lo genera, que es lo que realmente habría que abordar”, ha explicado Felisa Bonachía Caballero, responsable de Programa en la Dirección General de Salud Pública y Consumo de La Rioja durante su conferencia “Las nuevas tecnologías, un reto para la salud” en el marco de las 35 jornadas de Enfermería San Juan de Dios que se están celebrando estos días en el Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos.

“La utilización de las TIC´s en la actualidad podría decirse que es masiva en todas las edades, no nos hace adictos, sino que es la relación que se establece con ellas, y una conjunción de factores de riesgo -ha matizado Bonachía-, las que podrían llegar a ocasionar una pérdida de control afectando a las funciones de la vida personal y social”.

La responsable de Programa alerta de que “los riesgos que subyacen de las nuevas tecnologías se hacen más evidentes en edades como la adolescencia, donde todavía se está produciendo el desarrollo madurativo de la persona y por tanto hay más riesgo de vulnerabilidades porque no se cuenta con suficiente madurez para gestionar esta interacción”.

Durante su intervención ha puesto de manifiesto que, según el estudio representativo realizado en la ciudad de Madrid por la Cátedra para el Desarrollo Social de Universidad Camilo José Cela en 2018, en el uso de las TIC´s solamente un 32 por ciento de los adolescentes hace un uso adecuado de internet, más de un tercio podría desarrollar un uso problemático y casi otro tercio estaría en riesgo de desarrollarlo. “Todo ello nos debe alertar sobre las posibles consecuencias a corto y largo plazo en cuanto a rendimiento escolar, problemas disciplinarios, alteración del desarrollo neurológico, socialización alternativa, futura implicación en otros comportamientos adictivos, consecuencias para la salud mental, y muchas otras posibles consecuencias”.

Desde su dirección se proponen nuevas metodologías compactadas y continuadas en las que participe, además del alumnado, la comunidad educativa, la familia y sistemas de referencia de los adolescentes, llevando a cabo una evaluación sobre los resultados.

La Comunidad de La Rioja ha puesto en marcha el Proyecto Versus en el ámbito educativo con estas premisas y tres ejes de acción: el asesoramiento en salud, la mediación entre iguales y el uso de las TIC´s como canal de comunicación común al efecto. Los resultados obtenidos demuestran una mayor percepción del riesgo en cuanto a consumos y una disminución de éstos. “La prevención selectiva con intervenciones grupales sobre adolescentes con factores de riesgo también se muestra efectiva en el aumento de la percepción de riesgo respecto a los consumos”.

Embarazo y adicciones

Las adicciones en la mujer embarazada es otro de los temas que se han tratado a través de Xana Menéndez, enfermera del centro de salud de Pola de Laviana, en Asturias. En España, el porcentaje de mujeres gestantes que consumen alcohol y/o tabaco durante su embarazo varía según el estudio consultado.

Se estima que entre un 12 y un 20 por ciento fuman tabaco y un 25 por ciento tienen algún tipo de consumo de alcohol durante la gestación. En cuanto al cannabis, un 13 por ciento de las mujeres embarazadas en el primer trimestre refieren estar expuestas al humo ambiental de esta sustancia. “No obstante –ha advertido la profesional-, estos datos pueden variar en función del estudio, debido a que las mujeres embarazadas que consumen este tipo de sustancias no siempre lo declaran o dicen la verdad sobre la dosis consumida”.

En su intervención, Xana Menéndez ha dejado claro que el consumo de sustancias adictivas por parte de la gestante tiene una gran repercusión en la  salud de la mujer, que va a ser nociva para ella y para el correcto desarrollo del embarazo, pudiendo llegar a producirse malformaciones congénitas, retraso en el crecimiento del feto, abortos, alteraciones de la placenta o muerte perinatal. “Por ello es necesario realizar controles frecuentes, para llevar a cabo un correcto seguimiento. Además, el neonato puede desarrollar el Síndrome de Abstinencia Neonatal (SAN) en las primeras horas de vida, que puede afectar a su sistema nervioso, gastrointestinal y respiratorio”.

En este punto, ha hecho hincapié en el papel tan destacado de las enfermeras en la prevención del consumo de sustancias adictivas por parte de las gestantes, “por lo que se deben de iniciar campañas de prevención del consumo de drogas desde la adolescencia para garantizar la salud de la población. Además se debe de informar a las mujeres en edad fértil sobre el uso de métodos anticonceptivos para evitar embarazos no deseados. La consulta preconcepcional en las mujeres que desean quedarse embarazadas es una buena oportunidad para detectar cualquier tipo de consumo previo a la gestación. De tal manera que se podrán llevar a cabo las intervenciones necesarias para el cese de ese consumo, evitando posibles complicaciones en el embarazo y en su hijo”.

Por último, Piedad Pérez, enfermera responsable del programa ATIICO del Hospital Universitario Gregorio Marañón, ha explicado cómo trabaja la enfermería en pacientes con trastorno mental grave con adicciones en el centro hospitalario.

Uno de los problemas más frecuentes con los que se encuentra es el de la adherencia, “algo habitual con múltiples causas relacionadas con la enfermedad, el tratamiento, las relaciones sociales o por causas psicológicas o personales”. Para ello, se trabaja por facilitar la vinculación estable al programa de continuidad de cuidados a largo plazo, disminuir las recaídas y reingresos, mejorar la adherencia del paciente al tratamiento, mejorar la calidad de vida y evitar la cronicidad, mejorar la situación física del  enfermo, estrategias psicológicas, farmacológicas y psicoretapéuticas.

Para ejemplificar, mostró dos casos de ‘éxito tras acogerse al programa ATIICO. Uno de ellos, un chico de 28 años con diagnóstico de esquizofrenia, dependencia al cannabis y abuso de cocaína que tuvo su debut a los 19 y desde entonces mala adherencia sistemática con 8 ingresos entre el año 2.005 y la primavera del 2013. En la actualidad acude regularmente a consulta externa del hospital y no ha sido necesario ningún nuevo ingreso. Hasta el momento ha abandonado el consumo de cocaína.